Ahora también con la pendiente
El equipo de desarrollo de Stryd ha conseguido la cuadratura del círculo mejorando algo que tenía pendiente desde hace tiempo. Se trata de los entrenamientos en la cinta del gimnasio.
Si no tienes un dispositivo de entrenamiento de muñeca no te preocupes, ahora ya es posible ejecutar entrenamientos estructurados siguiendo la aplicación de Stryd en tu teléfono inteligente. Tanto los puedes seguir en el exterior como en el interior y no sufras por si necesitas poner pendiente en la cinta. Puedes crear tus propias sesiones o bien seguir las que están ya programadas en la aplicación.
¿Cómo funciona?
Cuando empieces un entrenamiento en la cinta, tienes una pantalla que te indicará la inclinación y la velocidad que necesitas seleccionar en la máquina para alcanzar la potencia objetivo.
Durante el tiempo que dura cada fase, tendrás otro campo que te indicará si estás dentro de los valores deseados o no.
Cada vez que haya un cambio de segmento, la app te avisará del cambio de pendiente y/o velocidad para que puedas anticiparte y siempre estés en el rango de potencia deseado.
Ve siguiendo los cambios que te pide la app, disfruta de tu sesión de entrenamiento y acábala sin tener que gastar ni un gramo de voluntad. Verás lo fácil que es bajarse de la cinta con la satisfacción de objetivo conseguido.
Por si esto por si sólo no fuera suficiente, una vez hayas acabado la sesión, puedes analizar lo que has hecho, ¡incluso el desnivel positivo que has acumulado!
En la biblioteca de entrenamientos para cinta de la app, tienes 12 sesiones estructuradas abiertas para todos los usuarios de Stryd. Si eres usuario de Stryd membership, puedes crear tus propias sesiones usando la herramienta de construcción de las sesiones.
Si no tenías Stryd, aquí tienes otro motivo para acabarte de decidir en su compra. Tanto si corres al aire libre como en el interior, podrás aprovechar todos y cada uno de lo entrenamientos que hagas para mejorar tu rendimiento y correr a la intensidad adecuada. Si además es más divertido, ¿qué más se puede pedir?