Evita quemarte antes de tiempo con la ayuda del potenciómetro

Marcarte un ritmo y seguirlo durante el tiempo de entrenamiento y/o competición es relativamente sencillo. Pero lo es siempre y cuando corras en llano. Sólo necesitas mirar el GPS y tratar de mantener la velocidad. Sin embargo, si el recorrido se realiza en un terreno ondulado o con vientos significativamente fuertes, la cosa se complica.

Una velocidad constante en terreno con subidas y bajadas implica intensidad variable. Ello nos puede llevar a sufrir dos consecuencias:


  1. A corto plazo. Habiendo subestimado la exigencia de la subida tanto en distancia como en pendiente no somos capaces de sostener el esfuerzo. Durante la misma superamos nuestro umbral anaeróbico y nuestro rendimiento cae en picado, teniendo que bajar ostensiblemente el ritmo hasta que, o bien nos recuperamos o la inclinación de la subida remite. En el gráfico siguiente se puede apreciar este efecto:
  2. A medio/largo plazo. Cada subida va minando las fuerzas y a medida que vamos sumando kilómetros de distancia y metros de desnivel, el nivel de rendimiento decae.

Como corredor puedes evitar quemarte antes de tiempo subiendo o bajando tu velocidad. Pero, ¿cómo sabes que es la velocidad adecuada? Saber si te estás pasando es fácil. Las sensaciones desagradables te ponen en tu lugar. Pero si te estás quedando corto y estás regalando rendimiento no lo es tanto.

Con el potenciómetro Stryd, te resultará más sencillo controlar que realmente estás manteniendo tus niveles de intensidad pese a los cambios de ritmo que las subidas y las bajadas y el viento generan en tu carrera. Con ello conseguirás sostener la intensidad lo más cercana posible a tu capacidad real de rendimiento.

En el gráfico siguiente puedes ver cómo negociarás a partir de ahora las subidas en tus recorridos:

Podrías pensar que con experiencia y fijándote mucho en las sensaciones podría ser posible autoregularte para hacer las funciones del Stryd y ahorrarte el desembolso. Pero, ¿y en competición? ¿Eres capaz? Además, una cosa no quita la otra. Percepciones subjetivas frente a objetivas te ayudan a conocerte aún más y eso no es malo en actividades en que la gestión del propio esfuerzo es clave para obtener los máximos rendimientos.

Si no tienes un Stryd y eres un asiduo de las carreras de asfalto o de trail, no lo dudes. El dispositivo de potencia para regular tu intensidad de esfuerzo es mucho mejor que el ritmo y la frecuencia cardíaca.

Con Stryd las famosas siglas MMP están más cerca.

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